Mientras otros dispositivos móviles tienden a crecer, las cámaras de fotos empiezan a miniaturizarse y cada vez son más las opciones para hacernos con una cámara de gran calidad en chasis muy pequeños. Sony es una de las compañías que apuesta por las cámaras de ópticas intercambiables sin espejo. Este tipo de modelos consiguen unificar la comodidad de una compacta pero sin renunciar a la calidad de una buena óptica.
La Sony NEX-5R es uno de los modelos que la firma japonesa tiene en su catálogo desde hace algún tiempo, y del que por cierto aseguran que puede igualar la calidad de una cámara réflex. Una cámara de este tipo puede ser la solución para el usuario aficionado que busca subir el listón en cuanto a prestaciones, pero prefiere la manejabilidad de un producto compacto y ligero. Hemos probado la Sony NEX-5R con el objetivo 18-55 milímetros, a continuación hacemos un repaso de sus características más importantes y mostramos los resultados que hemos obtenido en la prueba.
El cuerpo de la Sony NEX-5R es realmente diminuto, sobre todo cuando lo comparamos con el objetivo que, aunque no es grande, queda bastante grande en el conjunto. El chasis es muy reducido, tanto como cualquier cámara compacta de bolsillo. De hecho su grosor es de tan sólo 2,5 centímetros en la parte más delgada. Sin embargo Sony ha incluido una parte más gruesa (3,8 centímetros) a la derecha que sirve como empuñadura, facilitando el manejo de los controles y mejorando notablemente el agarre. En esta zona también lleva una textura anti-deslizante para evitar que se nos resbale o que estemos incómodos al sostenerla.
En la parte trasera hay varios botones y la pantalla táctil, que presenta la ventaja de ser abatible 180º, tal y como vemos en la imagen. El movimiento del panel nos permite hacer fotos en ángulos complicados y seguir viendo la pantalla correctamente. Por ejemplo si queremos hacer una foto a ras de suelo no hará falta que nos sentemos o tumbemos, simplemente giramos la pantalla y así podemos verlo estando agachados. Si la giramos completamente también podemos sacarnos autorretratos con más precisión.
La sensación al coger la Sony NEX-5R es de tener una compacta con objetivo de réflex, la diferencia de tamaño entre el cuerpo y la lente es desproporcionada, pero el conjunto resulta bastante cómodo, con un peso equilibrado y una forma ergonómica que se adapta bien a la mano.
Controles y manejo
La cámara permite el manejo mediante los controles físicos repartidos por el chasis, pero también a través de la pantalla táctil de su parte trasera. En la empuñadura donde encontramos el interruptor de encendido, que rodea el disparador, así como una rueda para modificar parámetros como la apertura, movernos por el menú u otras posibilidades según lo que estemos haciendo en cada momento. Justo al lado de la rueda hay un botón de función, el modo vídeo y también la tecla de acceso al álbum de fotos o vídeos capturados.
Si nos vamos a la parte trasera vemos que hay otra rueda que también tiene varias funciones que cambian según el momento, además esta rueda también funciona como cruceta direccional con funciones específicas (modo de captura, ISO, control de exposición y modo de visualización en pantalla). En este área hay dos botones físicos más y de nuevo su función varía dependiendo de la parte del menú en la que nos encontremos, en cada momento aparece indicado en la pantalla.
La pantalla de la Sony NEX-5R es táctil y desde ella también podemos manejar ciertos parámetros. Sin embargo es posible movernos por los menús usando botones, de manera que el uso del panel táctil es opcional la mayor parte de las veces. Se agradece poder elegir el método de control que resulte más cómodo. Además hemos notado que la pantalla táctil resulta un poco engorrosa de manejar porque es resistiva, es decir, que hay que presionar sobre el panel para que las capas hagan contacto y detecte nuestras órdenes. Por el contrario las pantallas capacitivas responden con toques mucho más suaves. De todos modos hemos podido manejar la cámara con el uso de las ruedas y botones sin ningún problema.
Hablando de pantalla, se trata de un panel TFT de tres pulgadas con 921.600 píxeles. Las imágenes reproducidas son nítidas y el tamaño aceptable para una cámara de estas dimensiones. El brillo del panel es suficiente para poder ver el contenido con claridad en un día soleado, pero a veces los reflejos molestan un poco. Para evitar molestias de este tipo se puede mover la pantalla a un ángulo más cómodo. También destacamos la ausencia de visor óptico, una pieza que podría venir bien en momentos en los que la pantalla no se ve bien, o simplemente porque el usuario prefiera este sistema para encuadrar la escena. Al eliminar el visor se reduce el chasis, pero entonces la única forma de ver el motivo fotografíado es a través de la pantalla. Podríamos decir que Sony ha sacrificado la funcionalidad en este aspecto, que puede suponer un inconveniente para los usuarios acostumbrados a esta pieza.
Como hemos dicho, hay varios ajustes que podemos hacer directamente echando mano de la rueda trasera, como por ejemplo la selección de modos de escena. Pero hay otros apartados que nos obligan a entrar en el menú, por eso hacemos un repaso de las opciones disponibles en el mismo y su estructura. En primer lugar, para entrar en el menú hay que pulsar el botón situado en la parte superior derecha de la pantalla, sirve tanto pulsar sobre la propia pantalla como la tecla física que se encuentra a su lado. Las opciones están divididas en siete bloques diferenciados:
- Modo de toma: en este primer apartado podremos seleccionar el modo de disparo que deseemos elegir, como decíamos podemos acceder a esta opción pulsando el botón central de la rueda trasera.
- Cámara: dentro de este bloque hay una serie de ajustes que afectan a la toma fotográfica. Por ejemplo tenemos el modo de manejo que comprende captura única, captura continua o el temporizador. También encontramos el modo de flash, enfoque manual/automático, obturador táctil (permite hacer la foto tocando la pantalla), seguimiento de objetos en movimiento, detector de caras, efecto de piel suave y otros.
- Tamaño de imagen: como su propio nombre indica, desde este apartado podremos configurar la calidad de las imágenes así como la relación de aspecto, la calidad (RAW o JPEG) y también la resolución de los vídeos.
- Brillo/Color: esta sección cuenta con varios parámetros importantes como la compensación de exposición, la sensibilidad ISO, balance de blancos, el modo de medición, compensación de flash, y efectos creativos.
- Reproducción: todas estas opciones se refieren a la reproducción de imágenes, ya sea en la propia cámara o en un dispositivo externo como un televisor. Desda aquí también podemos proteger imágenes o rotarlas.
- Aplicación: haciendo uso de una conexión WiFi es posible descargar aplicaciones desde Play Memories Camera Apps de Sony.
- Ajustes: por último el menú ajustes reúne opciones como el formateo de la tarjeta de memoria, el nombre que queremos dar a los archivos, la configuración de red, y otros parámetros de la toma (reducción de ojos rojos, visualización en directo, cuadrícula, etc).
El modo automático superior es uno de las ventajas que ofrece esta cámara, sobre todo para los usuarios que prefieran disparar rápidamente sin entretenerse en buscar un modo de escena o ajustar los parámetros con el modo manual. Lo que hace este sistema es detectar el tipo de escena que estamos fotografiando y activar ese modo automáticamente. Por ejemplo si estamos haciendo una foto al atardecer nos pondrá el modo puesta de sol y lo mismo con contraluces, escenas nocturnas y demás. Esta función es muy práctica, pero también hay que tener en cuenta que puede darnos resultados no deseados en algunos momentos.
En nuestro caso nos encontramos con que la sensibilidad ISO subía a 12.800 o incluso 25.600 en escenas nocturnas, con la evidente aparición de ruido. También había veces en las que queríamos sacar una imagen a contraluz, pero el modo automático suavizaba el contraste. El automático superior es muy versátil, pero si buscamos resultados concretos es mucho mejor perder unos segundos ajustando la toma a nuestro gusto ya que si le dejamos a su aire nos puede dar alguna que otra sorpresa.
La Sony NEX-5R cuenta con una serie de escenas predefinidas que también ajustan los parámetros automáticamente y en la mayoría de casos se obtienen resultados óptimos. Si nos entretenemos en experimentar con estas opciones veremos cómo hay detalles que resaltan la escena fotografiada. Por ejemplo en los retratos se desenfoca el fondo y suaviza la piel, las puestas de sol salen con tonalidades rojizas muy llamativas y la acción deportiva permite enfocar mejor a los objetos en movimiento.
Las escenas hacen que la cámara se adapte a la situación, pero si lo que queremos es controlar todos los parámetros lo mejor es usar el modo manual. El visor en directo es un detalle de gran ayuda en este caso, ya que nos permite ver a través de la pantalla el resultado final. Las ruedas superior y trasera sirven para ajustar el diafragma y el obturador, de forma que si la imagen está oscura lo veremos en el panel directamente. Pero además de estos dos parámetros, también hay que tener en cuenta otros como la sensibilidad ISO, el método de medición o el enfoque, todos ellos se pueden modificar en el menú. Aunque es posible usar la cámara en modo manual, si se viene de una cámara réflex como era nuestro caso, el manejo resulta un poco menos fluido.
La Sony NEX-5R puede parecer pequeña, pero lo cierto es que sus resultados están a la altura de muchos modelos con espejo, incluso superando algunas de ellas (excepto las profesionales). Las imágenes son amplias, el objetivo probado ofrece una gran nitidez, el rango tonal es rico y ofrece muchas opciones de configuración. Los resultados son muy buenos para una cámara que, a priori, puede parecer menos completa que otras que a simple vista nos puedan resultar más profesionales, pero las apariencias engañan. Esta cámara supone una opción muy interesante para usuarios que busquen una calidad superior en un chasis compacto. Sin embargo los usuarios profesionales que vengan de una réflex echarán en falta el manejo más manual que ofrece una cámara de ese tipo.
En muchos casos resulta engorroso moverse por los menús para encontrar la función necesaria, una tarea que suele ser mucho más rápida en otro tipo de cámaras. Su tamaño tan compacto hace que los controles estén más apiñados, haciendo más complejo su manejo, aunque lo cierto es que tras varios días nos acostumbramos y todo iba más fluido. También hemos echado en falta un visor óptico, aunque la pantalla se ve bastante bien aunque haya mucho sol, y una batería de mayor duración, rara vez lográbamos estar un día completo echando fotos (aguanta 330 disparos según la hoja técnica oficial). El punto fuerte de la Sony NEX-5R es sin duda su tamaño, que la hace perfecta para transportar en un bolso o mochila sin apenas notarla. Incluso cuando la llevamos colgada del cuello apenas molesta, sobre todo en comparación al peso de una réflex profesional. En un paquete muy reducido se han embutido funciones propias de modelos de gama alta y los resultados que hemos obtenido son muy satisfactorios.
Los modos automáticos son muy versátiles, pero como ya hemos comentado hay que tener cuidado con los parámetros, sobre todo en situaciones más extremas con muy poca luz. Si no nos fijamos puede aumentar la sensibilidad ISO a niveles muy altos, donde el ruido es muy evidente. Lo malo de esto es que en la pantalla de tres pulgadas no se aprecia tanto y nos llevamos la sorpresa al llegar a casa y verlas en el ordenador. Los modos automáticos funcionan muy bien, pero siempre controlando que los ajustes no se vayan a límites donde se pierda calidad.
El modo manual es el mejor para aquellos usuarios que prefieran controlar todos los parámetros, pero resulta más incómodo de manejar. La Sony NEX-5R está pensada para ser usada con funciones automáticas que mejoran la imagen y ofrecen buenos resultados en casi cualquier situación, no está pensada para hacer fotografías muy estudiadas en las que cualquier ajuste se debe tener en cuenta. Se puede hacer, pero como hemos dicho es más engorroso. En definitiva estamos ante un equipo que hará las delicias de los aficionados a la fotografía que busquen algo compacto pero sin renunciar a la calidad que ofrecen las cámaras más avanzadas.
Precio
La cámara sólo el cuerpo 445 dólares, con un lente 18-55mm 595 dólares y con dos lentes de 18-55mm and 55-210mm 875 dólares. amazon.com
Funete: tusequipos.com
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