El Range Rover Sport se presenta en el Salón de Nueva York para completar la tríada de renovaciones de la marca, tras el Range Rover Evoque y el Range Rover. Su cara exterior aparece ligeramente remodelada, lo suficiente para saber que ha crecido ligeramente en tamaño, y es en el interior donde encontramos el cambio más sustancial, el que da sentido a la promesa de Land Rover de haber creado su modelo más veloz, con mejor respuesta y mayor agilidad.
De un lado, está la cuestión dinámica, con una transformación profunda que le hacen tener un mejor rendimiento tanto en asfalto como fuera de él. Del otro, un abanico de motorizaciones que comprende los diésel TDV6 3.0 de 258 CV, SDV6 3.0 de 292 CV y próximamente SDV8 4.4 de 339 CV, y se complementa en España con un único propulsor de gasolina (pero menudo él): V8 5.0 de 510 CV.
El aspecto exterior, en lo estético, se mantiene salvo por las diferencias que encontramos en el frontal, con un paragolpes más contundente que deja espacio a una parrilla más discreta, taloneras de nuevo cuño, ruedas equipadas con llantas de 19 a 22 mm y una zaga rectilínea que nace en un prominente alerón para cerrarse con el nuevo paragolpes posterior.
Llama asimismo la atención el techo, que al menos en las imágenes publicadas se muestra diferenciado cromáticamente del resto de la carrocería; una carrocería en la que la marca ha puesto su empeño a la hora de aligerar la masa suspendida en hasta 420 kg. En virtud de esto, el aluminio y el magnesio toman el mando en puertas y paneles.
Con una longitud de 4.850 mm, una batalla de 2.923 mm, una anchura de 1.983 mm (2.073 mm con retrovisores) y una altura de 1.780 mm, el nuevo Range Rover Sport es 62 mm más largo, aunque es bastante mayor el aumento de la batalla, cifrado en 178 mm. Con todo y con eso, en dimensiones queda por debajo de varios de sus homólogos, y su diámetro de giro está en 12,6 metros.
Cuenta con un ángulo de ataque de 33º, un ángulo de salida de 31º y un ángulo ventral de 27º, resultando una profundidad de vadeo de 850 mm (150 mm más que en la edición previa). En cuanto a la masa en vacío, parte de los 2.115 kg para acabar en los 2.398 kg.
Motorizaciones del Range Rover Sport
A su lanzamiento, el Range Rover Sport contará con tres motorizaciones. Se trata de los diésel TDV6 de 3.0 litros y 258 CV y le SDV6 de 3.0 litros y 292 CV y del gasolina V8 de 5.0 litros y 510 CV. Más tarde se añadirá el diésel 4.4 litros 339 CV SDV8 de alto rendimiento. Fuera de la Península Ibérica, se comercializará también un V6 de gasolina 3.0.
Respecto a la edición previa, hay un aumento generalizado de las potencias, que se ha conseguido revisando a fondo el sistema de admisión, que cuenta con dos intercoolers y ha pasado una recalibración general. También se han aligerado elementos del motor, incorporando aleaciones y retirando piezas de fundición.
Más adelante se prevé la posibilidad de que aumente la gama por debajo, es decir, con un motor de cuatro cilindros más ligero y potencias más contenidas. Y a finales de 2013 comenzará la precomercialización de un Range Rover Sport con motor diésel híbrido de alto rendimiento.
Todas las versiones del nuevo Range Rover Sport están equipadas con Stop/Start y con una caja de cambios automática de ocho relaciones con control electrónico avanzado ZF 8HP70. Y en cuanto a su carácter off-road, con el sistema Terrain Response 2, ahora la suspensión neumática cuenta con unos recorridos de 260 mm y 272 mm (delante y detrás), deja una altura libre al suelo máxima de 278 mm y mantiene sus características, con 115 mm de movimiento regular, hasta los 80 km/h (en la edición previa era hasta los 50 km/h).
Además, se han previsto dos sistemas de tracción total permanente, uno con reductora y opción de bajo consumo con un reparto de par por defecto del 50-50 más una capacidad de bloqueo del 100%, y otro con reparto del 42-58 por defecto, sin reductora, 18 kg más ligero, pero dotado de un diferencial Torsen que distribuye par en conjunción con los sistemas de control de tracción.
En el interior encontramos un acabado que combina la deportividad con un lujo que la marca califica de minimalista, en el que destacan las líneas limpias y la suavidad al tacto. La parte deportiva la ponen un volante de mayor grosor y menor diámetro, una palanca de cambios vertical, una consola central más alta y una posición de los asientos deportiva, similar a la del Range Rover Evoque.
La configuración de asientos 5+2, que es opcional, se asienta sobre la base de la gran batalla del vehículo, y permite un mayor espacio para los ocupantes que en la edición previa. Los asientos de la tercera fila son abatibles en 50/50, mientras que la configuración de los asientos abatibles de la segunda fila puede ser 60/40 o 40/20/40.
En el apartado de tecnologías, el uso del Head Up Display se vuelca en la visualización de mensajes clave sobre el vehículo y la navegación, usando láser para una mayor claridad de la proyección sobre el parabrisas. También forman parte de la dotación las alertas por cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales y asistencia al cambio de luces, además de una función propia del Range Rover Sport, el Wade Sensing, que ofrece información detallada durante los vadeos.
Además, cuenta con tecnología Connected Car, para comprobar el estado del Range Rover Sport a través de una aplicación para smartphone, incluyendo la localización del vehículo en caso de robo, llamada de emergencia y llamada de asistencia. Por otra parte, la conectividad WiFi permite que los pasajeros del vehículo se conecten a internet con sus teléfonos o tabletas.
Fuente: motorpasion.com
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