El Motorola Fire es un terminal compacto y de líneas redondeadas, con unas dimensiones de 116.5 x 58 x 13.45 milímetros y 110 gramos de peso. Su principal característica es el teclado QWERTY, que aunque hay usuarios a los que no les convence, aquellos que vayan a usar el móvil de forma intensiva para escribir correos, chatear o mandar mensajes probablemente lo encuentren muy útil.
Aunque el teclado ocupa gran parte del frontal, dispone de una pantalla táctil de 2,8 pulgadas a una resolución de 320 x 240 píxeles. Aunque nos permitirá un uso cómodo de las funciones del smartphone, si lo que buscamos es una gran pantalla para jugar o ver vídeos con frecuencia, posiblemente no se adapte a nuestras necesidades. No obstante, si buscamos simplemente un smartphone funcional, la pantalla no será un problema.
Pese a que se presenta como un terminal básico, el Motorola Fire tiene un apartado de conectividad muy completo. Dispone de soporte para redes 3G, lo que nos permitirá acceder a Internet y navegar con gran fluidez en cualquier sitio, siempre que la red lo permita. En caso de no disponer de cobertura de este tipo, cuenta con la tecnología EDGE, que si bien no nos permitirá una navegación tan ágil, debería ser capaz de darnos una velocidad satisfactoria. Además si queremos conectarnos a una red inalámbrica podremos hacerlo gracias a su conexión Wi-Fi, complementado por la función de hotspot, con la que podremos compartir nuestra conexión de datos con otros dispositivos.
Para transferir archivos o sincronizar el móvil con nuestro ordenador podremos recurrir al puerto microUSB 2.0 y conectarlo con el cable, o bien sin cables mediante Bluetooth. También cuenta con una conexión minijack de 3,5 milímetros para conectar nuestros auriculares y escuchar lo que queramos sin molestar a nadie.
En lo que respecta a la cámara, está claro que no era uno de los puntos clave para el fabricante. Con un sensor de 3 megapíxeles y sin flash, nos permitirá salir del paso si necesitamos tomar alguna foto o grabar un pequeño vídeo, pero cabe esperar que los resultados no sean de gran calidad, y en ningún caso servirá como sustituto de una cámara de verdad.
Como es lógico, siendo un terminal de entrada el Motorola Fire no cuenta con un equipo muy potente. Para su funcionamiento cuenta con un modesto procesador a 600 MHz y 256 MB de RAM, una apuesta prudente, pero que debería ser suficiente para el uso normal de este terminal. Para almacenar nuestras cosas el teléfono cuenta con 512 MB de memoria interna, que se pueden ampliar con tarjetas microSD de hasta 32 GB.
Respecto a su sistema operativo, el terminal funciona con Android 2.3 Gingerbread. Se trata de la última versión del sistema operativo para móviles de Google, que es una de las plataformas más extendidas en este momento. Se caracteriza por su versatilidad y la posibilidad de usar infinidad de aplicaciones que adapten el smartphone a nuestros gustos y necesidades, como por ejemplo herramientas de integración de las redes sociales que usemos.
Además una de las cosas que destacan en este terminal es que no cuenta con MotoBlur, la interfaz de Android adaptada por Motorola para sus teléfonos. En este caso lleva lleva Moto Switch, una interfaz algo más sencilla, y posiblemente menos pesada, que por otro lado tampoco renuncia a lo que cualquier Android puede tener, como Widgets o la posibilidad de personalizar nuestras diferentes pantallas de inicio.
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