Los televisores con pantalla curvada son mucho más
que una moda pasajera. Los catálogos de las marcas para esta temporada
muestran que están aquí para quedarse. Son aparatos de alta gama con prestaciones y precios que van en consonancia. Compañías como Samsung y LG
reconocen que estos televisores son algo más complicados de fabricar,
lo que se traduce en mayores costes que al final se ven reflejados en el
precio de venta al público. Son pantallas que ofrecen resolución 4K en ultra alta definición, pero que además son televisores conectados
que incorporan los avances más punteros en imagen y sonido de las
marcas. Estos televisores con pantalla curvada presentan algunas
ventajas respecto a sus compañeros planos.
- Amplían el ángulo de visión
Al estar curvados, los bordes de la imagen se acercan hacia el
espectador, y eso produce un efecto de estar viendo una imagen más
amplia que cuando se trata de una tele plana. Para la misma diagonal de
pantalla, el usuario tiene la impresión de que está disfrutando de un
mayor ángulo de visión.
- Aumentan sensación de inmersión
Como la pantalla envuelve al espectador, como si lo abrazara, la
sensación de estar inmerso en la imagen se potencia. Ese efecto
circundante consigue que entre un poco más de los laterales de la imagen
dentro del alcance de la visión periférica del usuario. Es uno de los
principales argumentos de venta.
- Realzan la sensación de profundidad de las imágenes
Los bordes curvados de la pantalla que se dirigen hacia el usuario
incrementan la percepción visual de profundidad de las imágenes. Por
eso, algunas personas, cuando se sientan por primera vez a contemplar
una película en estos televisores, suelen creer que están viendo
contenidos en 3D, aunque sólo estén en dos dimensiones. Los fabricantes
tratan de acentuar ese efecto aplicando un procesado digital que ajusta
el contraste de forma variable en distintas partes de la imagen.
- Uniformizan la distancia de visionado
Al igual que sucede en las salas de cine más modernas, la curvatura
de la pantalla ayuda a que las imágenes mostradas mantengan su nitidez
incluso en las esquinas. El visionado resulta más confortable. Además,
la curvatura redirige la luz de la fuente de retroiluminación situada
detrás del panel LCD, de forma que la reproducción de los colores y el
contraste se mantenga en los laterales.
- Sus diseños son más bonitos que los de los planos
La ligera curvatura de sus pantalla hace que estos aparatos resulten
atractivos visualmente, incluso cuando están apagados. Llaman
poderosamente la atención, especialmente ahora que no son tan comunes, y
sus diseños son muy elegantes y muy seductores. No en vano estos
televisores con pantalla curvada actualmente ocupan el tope de las gamas
de los fabricantes. Eso sí, para poder disfrutar de todas estas
ventajas hace faltan que adquirir un modelo de grandes dimensiones, con
una diagonal de 55 pulgadas, como mínimo, aunque si es de 65 pulgadas o
más, mucho mejor.
Vía: tuexperto.com
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